PRIDE MONTH
- María Antonia Peláez
- 24 jun 2020
- 5 Min. de lectura

Ilustración de Adrian Camilo Aristizabal.
A pesar de que en una semana se acaba el bello mes de junio, nunca es tarde para hablar del Pride Month o Mes del Orgullo Gay. En años anteriores, apenas llegaba el primero de junio, toda la comunidad LGBT+ vestía las calles de sus países color arcoíris. Sin embargo, debido a la pandemia, este año no se pudo celebrar. En su lugar, pintaron las redes sociales de orgullo y color. Por otro lado, hay estigma o malentendidos frente al Pride Month, por lo que este artículo los va a informar acerca del mismo para que cada uno saque sus propias conclusiones.
Las manifestaciones del orgullo gay se hacen oficialmente el 28 de junio anualmente en muchos países, pero todo el mes de junio es considerado parte del orgullo. La intención de las manifestaciones es que nadie se avergüence de lo que es, sin importar su sexo biológico, orientación sexo afectiva, identidad sexual o rol de género. En sí, la definición de orgullo es: “amor propio o la estima que cada persona tiene de sí misma como merecedora de respeto o consideración”, es decir, la dignidad que todos los seres humanos tenemos que no debe ser afectada por nuestra orientación o identidad. Es una respuesta política hacia los sistemas y normas tradicionales de la sociedad que excluyen y buscan avergonzar a quienes no siguen comportamientos heterosexuales.
Se celebra el 28 de junio específicamente por los disturbios de Stonewall, una serie de manifestaciones espontaneas y violentas que tuvo lugar en la madrugada del 28 de junio de 1969, en el barrio neoyorquino Greenwich Village. Esta fue la primera vez, en la historia de Estados Unidos, en que la comunidad LGBT luchó contra un sistema que perseguía a los homosexuales, y son reconocidos como el catalizador del movimiento LGBT que conocemos hoy en día, que no solo se remite a Nueva York, ni Estados Unidos.
Las manifestaciones se realizaron porque todos los estados de E.E.U.U. (menos Illinois, gracias, Illinois) penalizaban el sexo homosexual consentido entre adultos en el ámbito privado. Es decir, un hombre que mantenía una relación sana, consentida, en la comodidad de su casa, podía ser penalizado o con una multa ligera, o llegar a pasar cinco, veinte años o toda la vida en la cárcel. Así, por ser considerados criminales al tener sexo consentido (lo voy a repetir las veces que sea porque me parece absurdo), la castración, terapia emética, hipnosis, terapia de electrochoque y las lobotomías eran los medios usados por los psiquiatras para intentar curar a estos terribles enfermos mentales. Yo no sé ustedes, pero todo eso me suena a tortura y trauma.
Ahora que entendemos la historia, siempre surge la típica pregunta: “¿Por qué no hay mes para el orgullo heterosexual? Yo estoy orgulloso de ser hetero”. La respuesta es fácil, los heteros no han sido discriminados desde el principio de los tiempos por ser heteros, a un hombre no lo han discriminado por amar a una mujer, ni una mujer a un hombre. Obvio, si ha habido discriminación de otra forma en parejas hetero, por ejemplo, situación económica, raza, religión, nacionalidad, pero nunca por género. Además, la situación LGBT tampoco es que esté pintada como un arcoíris (ja, ja, ¿entienden?), en 70 países de 194 (36%), las relaciones homosexuales son ilegales y están penalizadas, 26 países lo castigan con 10 años de cárcel o cadena perpetua, y 11 castigan con pena de muerte.
¿Entiendes que pasa con la comunidad LGBT? A pesar de que vivimos en el siglo XXI, a pesar de que ya no es considerado una enfermedad mental, a pesar de que hay estudios que muestran que los humanos nacen homosexuales, a pesar de que incluso el Papa Francisco los acepta, a pesar de que empezamos a entenderlos, los matan y los discriminan. Debe tenerse en cuenta, además, que la discriminación no es solo por parte de los gobiernos, la discriminación también está presente en las familias, amigos, redes sociales, incluso discriminación y miedo por uno mismo. Pienso que los heteros deberían estar orgullosos de que no necesitan un mes, un día en el año para que la sociedad los acepte, y para que se acepten a ellos mismos.
Cambiando a un tema más colorido (je, je), la celebración en junio se desarrolla comúnmente con marchas llenas de color que coinciden con el inicio del verano. Las calles de llenan de símbolos LGBT, como su bandera arcoíris y triángulos rosados, y, además de marchar por sus derechos, hacen actividades culturales y lúdicas. Ya que están superadas las leyes que penalizaban las prácticas homosexuales en gran parte del mundo, actualmente se marcha por la legalización del matrimonio homosexual, el establecimiento de familias homoparentales (adopción de hijos por homosexuales), el respeto de la identidad de los transgénero y sus derechos (cambio de sexo y nombre, tratamientos hormonales y quirúrgicos, etc.), y la denuncia de la LGTBfobia (lesbofobia, homofobia, transfobia y bifobia). En Europa, la manifestación más grande tiene lugar en Madrid, con hasta 2 millones de asistentes, y también es relevante en París, Londres, Ámsterdam, Estocolmo y Roma. En América del Norte, son importantes las marchas de Nueva York, San Francisco y Toronto. En América Central, Ciudad de México, Guadalajara y San José. En América del Sur, es muy importante la marcha de Sao Paulo, con un número de asistentes de entre dos y tres millones, Bogotá y Buenos Aires. En Oceanía se destaca Sídney, y en África en Sudáfrica, Namibia y Uganda, esta última suele terminar en altercados policiales y detenciones de activistas.
Para finalizar con el texto, quiero invitar a todos los lectores de Viceversa a intentar entender a la comunidad LGBT, si no lo hacen ya. Ellos, como tú o como yo, aman incondicionalmente, quieren expresar su amor abiertamente, quieren que sus amigos y familia los amen tanto como ellos lo hacen, solo quieren tener los mismos derechos que tú y yo, quieren que su dignidad se haga respetar. Soy consciente de que algunas religiones parecen estar en contra de la homosexualidad, pero permítanse hacer una investigación profunda de lo que realmente dice su religión, y si esos pasajes que pensamos que son homofóbicos en realidad tienen otro significado, nunca es tarde para revisar dos veces. Para los chicos que están cuestionando su sexualidad ahora mismo, es claro que en la adolescencia esto es muy difícil de definir, entonces dense tiempo, no se estresen, tarde o temprano se darán cuenta. Para los que tienen miedo de salir de closet, háganlo cuando lo necesiten hacer, no hay afán, es más importante estar listos para salir. Para los que salieron y sus familias no lo aceptan, recuerden que siempre va a haber toda una comunidad dispuesta a amarlos y acompañarlos, y sus papás probablemente siempre los van a amar y eventualmente los van a entender. Quiero aclarar que en este texto no estoy incitando a la homosexualidad ni a ser LGBT, estoy incitando a los lectores a aceptarse, no tenerse miedo Y estar tranquilos con su sexualidad e identidad.
Commentaires