Pensar en carnaval es pensar en fiesta, pensar en alegría, en música y disfraces; es pensar en la posibilidad de ser otro y olvidarse de uno mismo.
El pasado 25 de octubre más de 300 personas, entre alumnos y profesores, desde los más tiernos Conejos hasta los alumnos de grado octavo; contando además con más de una veintena de profesores, asistieron al Carnaval del libro, evento bianual que tiene lugar en el Centro Cultural Comfandi.
Pensar en carnaval es pensar en fiesta, pensar en alegría, en música y disfraces; es pensar en la posibilidad de ser otro y olvidarse de uno mismo.
Y precisamente eso fue lo obtenido, con una ganancia adicional, todo el evento fue alrededor de la palabra y de las formas de lectura. Así, los asistentes pudieron armar un rinoceronte a través del troquel y la ingeniería de papel, visitaron mundos posibles en diversas salas temáticas, se deleitaron con ancianos contadores de cuentos y músicos transmisores de nanas; incluso asistieron a una obra de teatro donde un gigantesco animal se tragó a la mitad del elenco.
Fueron más de dos horas en las que la comunidad colina subió y bajó gradas, se perdió por momentos o se iluminaron con sonrisas; pero, sobre todo, compartieron y construyeron historias juntos.