Valentina Giraldo, una joven de 23 años, esposa, madre de un pequeño de un año, estudiante de Diseño de la comunicación visual en la universidad Javeriana de Cali y una de nuestras ex alumnas involucradas en el proyecto Ellas Unidas nos comparte su historia a través de esta entrevista.
Al preguntarle sobre el proyecto, Valentina nos contó su experiencia como una madre joven que tuvo que ir a la universidad embarazada y enfrentarse a los comentarios hostiles de sus compañeros, quienes en muchas ocasiones eran mujeres. Ella dice que casos como el suyo y el de muchas otras mujeres que viven situaciones de maltrato físico y verbal por parte de sus parejas, amigos y familiares, la inspiró a ella y a sus compañeras Elisa Hernández, Camila Sánchez, Michelle Riviera y Natalia Gaviria a crear un movimiento en el que todas las mujeres se ayuden entre sí, y que juntas aprendan por medio de talleres de coaching y otras experiencias para así crear la mejor versión de cada una.
Poco a poco el movimiento ha crecido y hace poco llevaron a cabo el primer evento de Ellas Unidas. Al preguntarle sobre esto, Valentina menciona el gran riesgo que esto significó, pues fue en cuestión de un mes que organizaron todo, sin embargo el evento tuvo una gran acogida. Este consistió en un taller para crear tu mejor versión y un espacio para compartir experiencias y testimonios. Durante la jornada las participantes se ayudaron mutuamente a liberarse de los miedos que les impedían cumplir sus sueños.
Valentina también nos aclara que Ellas Unidas no es un movimiento feminista, pues de acuerdo con ella es un término que se ha distorsionado con el tiempo, en cambio, lo que se quiere es que las mujeres dejen de competir entre sí y se apoyen, dejando atrás las críticas y los señalamientos. El movimiento quiere que cada mujer que participe crea en sí misma, luche por sus sueños, abandonando los miedos y que emprenda una búsqueda por reinventarse sin importar el que dirán.
Teniendo en cuenta que el proyecto va dirigido principalmente a mujeres, se preguntó a qué tipo de mujeres en específico, a lo que Valentina se apresuró a responder de todo tipo, niñas, madres jóvenes y mayores, modelos, cantantes, artistas y de distintas clases sociales, pues el propósito es juntar y no segregar, eliminar las barreras.
Aunque el proyecto ha contado con una gran acogida, igual que cualquier otro proyecto no puede estar exento de metas. El grupo de organizadoras espera a corto plazo realizar más talleres y eventos más grandes con mayor asistencia para crear más comunidad. A mediano plazo quieren expandirse y llevar el evento a otras ciudades y por último, a largo plazo desean convertir Ellas Unidas en un proyecto nacional, no necesariamente realizado por ellas mismas, sino por pequeños grupos de mujeres que puedan llevar el proyecto a sus comunidades.
Para finalizar, Valentina y el grupo de Ellas Unidas expanden la invitación a todas las lectoras a participar de los talleres y formar parte de esta comunidad que brinda un espacio de encuentro y empoderamiento de mujeres en una sociedad primordialmente machista, donde falta de la participación femenina en ámbitos laborales y familiares.