Escrito por Daniel Keyes
Publicado por Editorial Orbis
Disponible en la Biblioteca de aula del salón 407
Ay lidros eskritoz por idiotaz, o al menos eso parecen. Ese es el elemento más destacado al abrir las páginas de la obra de Daniel Keyes, una de las novelas de ciencia ficción más importantes y relevantes de los últimos 50 años. Flores para Algernon narra la historia de Charlie, un idiota, un hombre con una discapacidad cognitiva, lo que en la época era denominado un retrasado. Su mundo es simple, trabaja, se burlan de él, y se esfuerza por ser lo más amable posible. Sin embargo, también es consciente de sus limitaciones y desea, como quien desea encontrar un unicornio o hablar con Dios, poder superarse, llegara a entender lo que dicen sus amigos, superarse.
La respuesta, en este caso, llega de mano de la ciencia. En este caso, un grupo de científicos ha experimentado con un ratón, Algernon, una intervención quirúrgica con el fin de aumentar la inteligencia. El siguiente paso, por supuesto, es la experimentación con seres humanos, es ahí donde entra Charlie. El resultado será dramático, bello y caótico.
Uno de los elementos que hace de Charlie un personaje tan entrañable es que la novela está escrita en primera persona, de manera que vemos el avance en la inteligencia de Charlie a través de la escritura. Así, a medida que la inteligencia de Charlie avanza, sus errores ortográficos disminuyen, así como la sofisticación en el uso del lenguaje y la amplitud de su vocabulario. Tristemente, lo que no aumenta es su felicidad, al menos como esperaríamos.
Flores para Algernon es una de esas obras que se instalan en la mente de los lectores, quienes asisten al auge y caída de un hombre que lo único que ha deseado es comprender un poco mejor al mundo.