Tanto en inglés como en español, las obras de Tolkien son una bella experiencia. / Viceversa
Hay autores que son leyenda, que dejan su huella en las arenas del tiempo de forma profunda. Uno de ellos es J. R. R. Tolkien.
Tolkien fue un filólogo inglés nacido en Sudáfrica, cuando esta era colonia, y es uno de los grandes autores del siglo XX. Él fue quien sentó las bases de lo que se conoce como fantasía épica, y ha influenciado las obras de escritores como G. R. R. Martin, Brandon Sanderson, Terry Pratchett y J. K Rowling, entre otros muchos.
Uno de los aspectos más relevantes de la obra de Tolkien, es que en realidad tiene libros para todas las edades. Así, los más pequeños pueden disfrutar libros como Cartas a Papa Noel, Mr. Bliss, o Roverandom; aquellos que están comenzando a disfrutar la lectura pueden encontrarse con El Hobbit o Las aventuras de Tom Bombadil; en tanto aquellos más exigentes preferirán sin duda El señor de los anillos. Aún más, aquellos que prefieren obras de una fantasía aún más madura elegirán sin duda El silmarillion.
Es precisamente, el conjunto de su obra la recomendación que tenemos en estas vacaciones. Es un tiempo precioso que puede disfrutarse a la sombra de un árbol para adentrarse en La Tierra Media, junto a hobbits, elfos, magos, enanos, dragones, espectros y un mal más allá de lo imaginable. En su obra hay combates, cuevas, adivinanzas, caballeros, grandes poderes, romances (las historias de Beren y Luthien, así como la de Aragorn y arwen, son sublimes) y una visión del honor, valor, lealtad y coraje que pocas veces se han visto. Hay traiciones, por supuesto, y adioses; hay momentos de risas y momentos de llanto extremo. Y hay palabras, palabras como pocas veces las solemos ver hoy en día; palabras que no subestiman al lector, que son precisas, y que pueden acariciar y ser hirientes y extrañas y profundas y sublimes e inventadas. Tolkien era un mago del lenguaje –no en vano era filólogo, un amante de las palabras-, capaz de inventarse idiomas enteros solo para dar vida y entender las razas que pueblan sus libros.
Así que si quieres enamorarte de La Tierra Media, visita un mundo que hace mucho dejamos atrás y que, de alguna manera, añoraremos siempre; un tiempo donde todo era posible y la magia no nos había abandonado. Si quieres atisbar como era ese mundo, piérdete en las palabras de Tolkien, y te puedo asegurar que te enamorarás del mundo que él descubrió para nosotros. Un mundo que él creía que existía.