No hay etiquetas aún.
Ilustración de Daniela Puerto.
- Martín, échale azúcar al café por favor. – dijo Mateo.
- ¿Qué? Esta ya es la tercera vez que me pides que le eche azúcar –, le respondí a Mateo.
- Eso que le estoy contando fue lo que pasó el lunes y cada vez se vuelve más constante, me parece que algo anda mal con él. La vez pasada olvidó su maleta en mi casa, lo que me parece raro porque él siempre anda con ella. Sabe doctor, yo creo que él esta así porque desde que perdió a su perro, Pimentón, está muy olvidadizo-, le contaba al doctor.
-Mira, puede que lo que esté pasando es que tiene un caso severo de depresión por su pérdida, y eso le está causando Alzheimer, igualmente, no se puede asegurar nada sin un examen médico. Tráelo aquí el próximo miércoles por la mañana y le haremos el examen para saber que está pasando -, me dijo el médico mientras salía de la sala.
Tuve que esperar 5 días más para recibir los resultados y cuando llegaron fue triste…
- ¡Mateo! Llegaron tus resultados -, le dije esperanzado.
- ¿Resultados de qué? - Me respondió Mateo.
Después de que me respondió de esa manera ya no tenía esperanza, y al ver los resultados no sabía qué hacer. Martín tenía depresión y no me había dado cuenta ¿Qué clase de mejor amigo soy?
- Martín, tenemos que hablar- Le dije con mucha seriedad.
- ¿Qué pasó? Debe ser muy importante para que me mires con esa cara -, me dijo Mateo.
-Sé que esto será duro, y sé que te va a doler, pero te aseguro que debe haber una cura, tranquilo, todo va a estar bien -, le respondí.
- ¿De que estas hablando? Yo no estoy enfermo y si lo estuviera te aseguro que ya lo sabría -, me dijo Mateo.
- Ese es el problema, los resultados que te dije que llegaron son los que definen si tienes o no Alzheimer –, le dije.
- Me estás diciendo que…- murmuró Mateo, mirándome a los ojos, esperando que todo lo que estaba pasando simplemente fuera una broma.
- Sí, pero te prometo que buscaremos una cura.
- Esta situación de Mateo me tiene realmente preocupado. Debo ayudarlo como sea, además es mi mejor amigo. Que alguien se olvide de ti es cómo perder a esa persona, podrás verlo y quererlo, pero no tenerlo y sabes que no será lo mismo, que sería como estar con una persona completamente diferente que no sabe quién eres. Lo único que sé, es que yo voy a cuidar de él como él siempre él me ha cuidado a mí.
- Mira, después de buscar en todas las páginas posibles, leerme bastantes artículos y preguntarles a médicos, no hay una cura específica para el Alzheimer, pero encontré en unas páginas que un científico creó un lapicero que curaba el Alzheimer hace 6 años, pero desapareció del mundo casi al año de crearlo. Sin embargo, dicen que la última vez que lo vieron fue en Vík í Mýrdal en Islandia. Es una ciudad muy pequeña y nuestra única oportunidad –, le dije.
- Cualquier cosa por no olvidar-, me dijo con la mejor sonrisa.
Vík í Mýrdal era muy pequeño. Había un total 350 personas en todo el lugar, no fue tan fácil como se espera, pero si más fácil que en una gran ciudad.
Al momento de ir a comer aprovechamos a preguntarle a la gente si sabían quién era el científico. Un señor muy agradable nos dijo que vivía a unas cuantas cuadras pero que él no era muy sociable.
Así que decidimos ir a buscar la casa, cuando timbré nos abrió la puerta, nos presentamos y le preguntamos por su lapicero, pero el señor nos cerró la puerta en la cara.
- ¡Largo! -, nos gritó el científico.
- Solo queremos hablar y que nos ayude-, respondimos ambos.
- ¡No voy a ayudar a nadie! ¡Ese lapicero no se usará en nadie lo prohíbo!
Nos sentamos en la acera Y mi amigo Martín empezó a lamentarse y a pensar en cómo habíamos perdido ese viaje y la esperanza. Ya no sabíamos que hacer. Hasta que después de mucho pensar llegamos a la conclusión de que debíamos intentar hurtarlo. Decidí que iría yo, solo cuando el científico saliera a almorzar, entraría en su casa, buscaría el lapicero y me iría.
Pero no todo es tan fácil en la vida. Al momento que él salió a almorzar cerró la puerta con cerrojo. Buscando vi una ventana que estaba cerrada con un angeo, así que salir y entrar ya lo tenía resulto. Logré escabullirme en la casa. Me puse a investigar, empecé por la sala, después el cuarto y después noté el cuarto de alguien, específicamente una mujer. Aunque estaba prácticamente vacío, así que supuse que era el de invitados. Dudé en buscar ahí porque ¿por qué alguien pondría un invento así para que cualquier persona pueda encontrarlo? Buscando en el cuarto del señor no encontraba nada y luego sentí que alguien me tocaba el hombro. Al voltearme veo al hombre furioso que ya estaba listo para llamar la policía y me llevaran preso. Pero pasó lo contrario a eso.
- No lo vas a encontrar -, me dijo el científico con un tono calmado, aunque se notaba en su cara que estaba irritado.
- Sabes que estoy buscando… ¿cierto? Por favor ayúdanos, lo que menos quiero es perder a mi mejor amigo-, le contesté.
- ¿Cuál es tu nombre?
- Martín.
- Bien Martín, te voy a contar una historia. Como ya sabes yo me desaparecí del mundo, pero fue por un motivo muy triste. Mi esposa, Akili tuvo problemas de depresión y casi no comía, debido a eso se le diagnosticó Alzheimer y lo que yo quise hacer para salvarla lo empeoró todo, me intenté mudar de California, pero eso lo empeoró. Así que creé el lapicero le funcionó perfecto los primeros 3 meses, hasta se veían avances. Hasta que, al cuarto mes se empezó a enfermar más y más y más, tanto así que hoy en día ya no está conmigo. Ese, Martín, es el motivo. No quiero que le pase lo mismo a…
- ¿Cómo te llamas tú? –, le interrumpí.
- Tuan.
- Tuan, te entiendo, pero, ¿no hay ninguna manera de que el lapicero sea modificado? Lo necesito.
- No es eso, joven, es que funciona de acuerdo al sistema neurológico. Mira, el lapicero funciona con tu cerebro y la depresión causa Alzheimer y también estrés. Por estrés hay menos neuronas, las neuronas se comunican por las sinapsis. En las sinapsis están las monaminas que es un conjunto de neurotransmisores que se crea a partir de los de un aminoácido. El aminoácido pasa por un cable neuronal que conecta la inteligencia, y la amígdala está estropeada. Este cable funciona con serotonina y dopamina y noradrenalina, los neurotransmisores antes mencionados, que actúan como mensajes transportadores de información. Según tus niveles de serotonina dopamina y nodrenalina se puede usar el lapicero.
- Y, ¿cómo se sabe que mi amigo puede utilizarlo?, ¿cómo se podría medir sus niveles de nodrenalina dopamina y …? ¿sero...nina?
- Serotonina. Tiene que hacerse un examen de sangre, lo único es que no se saben cuánto tiene que tener para poder utilizarlo. Para curarse por completo son 6 meses si logra sobrevivir 4 es que es seguro, pero si entre el tercer y el cuarto mes se enferma bastante, hay que pararlo de inmediato-. Luego añadió-, yo se los podría prestar, pero es bajo su propio riesgo, pondría su vida en juego.
- Si me dejas consultarlo con mi amigo, te responderé en el transcurso de la semana próxima semana.
Después de hablar varias horas con Mateo, decidimos tomar el riesgo, debido a que era eso o perder la memoria y ser un tipo de zombi viviente, hasta que olvidara respirar.
- Está decidido lo usará, y nos quedaremos aquí los meses necesarios para que nos ayudes y además de eso ya no estarás más solo, estarás con nosotros el tiempo que tú quieras -. Le dije a Tuan.
Después de 7 meses todo acabó perfecto. Mateo tenía memoria, los tres éramos buenos amigos y conocimos un nuevo pueblo. Definitivamente Mateo lo arriesgó todo por no olvidarme y yo porque viviera con una memoria sana y fresca.
Ahora estamos muy felices. Tuan encontró un nuevo amor, Martín entendió que Pimentón estaba en el cielo feliz e hizo un nuevo amigo, Salpicón, que es un loquillo. Y yo estoy feliz con los dos mejores amigos que tengo, porque desde entonces tengo un muy buen lazo de amistad con Martín y Tuan.