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La aparición de mujeres en los filmes del director Quentin Tarantino es bastante variada, pues en sus películas hay tanto delincuentes como guerreras orientales, locas, damiselas en peligro, justicieras, o desempeñando otros roles no del todo comunes. Lo que se puede afirmar es que Tarantino casi nunca hace que un personaje femenino tenga la tarea de ser la típica mujer indefensa. El único caso en el que esto ocurre es en Django: sin cadenas, en el que la mujer principal de la cinta, Broomhilda, es rescatada de su dueño por su esposo, Django, sin hacer nada más en el film. Puede que esto sea mal visto por muchas audiencias, pero tomando en cuenta que ella era una mujer afrodescendiente durante la Guerra Civil Estadounidense, ¿qué tanto se les permitía hacer a personas como ella durante dicha época?
Entre las tantas mujeres de Quentin Tarantino se han creado algunos de los personajes más icónicos de la historia del cine, siendo mi favorita La Novia de Kill Bill. Esta antiheroína es interpretada por Uma Thurman, quien ya había trabajado con Tarantino anteriormente, pero más adelante vamos a hablaremos de ello. La Novia es una mujer que se despierta después de un coma de cuatro años ocasionado por un disparo en la cabeza que recibió, nada más y nada menos que en su boda, interrumpida por el grupo de asesinos al que ella solía pertenecer. Las cosas se complican porque la novia está en embarazo, así que cuando despierta supone que su hijo ha fallecido y su decisión es vengarse asesinando a los responsables, ejecutando en el proceso “La Batalla de Los 88 Maniacos”, considerada como una de las escenas de acción más violentas en la historia del cine (de hecho, su cantidad de sangre es tanta que Tarantino decidió hacer la secuencia en blanco y negro por el bien de la clasificación de edad de la película). La novia es un personaje fuerte, tanto a nivel físico como psicológico, dueña de una decisión a toda prueba.
Otra de las tantas protagonistas de las historias de Tarantino que hace parte de mis favoritas es Shosanna de Bastardos sin gloria, interpretada por Mélanie Laurent. Ella es una judía francesa cuya familia fue asesinada por un grupo de nazis liderado por el general Hans Landa, interpretado por Christoph Waltz. Una Vez Shosanna escapa se hace pasar por católica, toma posesión de un cine que solía ser propiedad de sus tíos, y cuando se le hace la oferta de proyectar una película sobre un héroe de guerra alemán, ella acepta, pues en la función iban a estar Landa y el mismísimo Hitler, por lo que toma la decisión de incendiar la sala durante la proyección con un poco de ayuda de un grupo militar estadounidense que se hace llamar Los Bastardos.
Algo notorio que se mostró en los personajes anteriormente mencionados es que muchos de los personajes femeninos de los filmes de Tarantino desean venganza de alguna u otra forma, aparte de los mencionados esto también se ve en Shanna, Arlene y Abernathy de Death Proof, o es una villana, como los casos de Elle Driver en las entregas de Kill Bill o Daisy Domergue en The Hateful Eight. Sin embargo, hay un papel que se sale por completo de estos esquemas, Mia Wallace de Pulp Fiction, el segundo papel de Uma Thurman, y su primer rol en una obra de Quentin Tarantino. Ella es la esposa drogadicta del líder de la mafia, Marsellus Wallace, quien de repente una noche tiene que ser cuidada por Vincent Vega (interpretado por John Travolta). Mia no es exactamente el personaje más complejo de Quentin Tarantino, de hecho, ella solo aparece unos veinte o veinticinco minutos en toda la película, que tiene una duración de dos horas y treinta y cuatro minutos en total. Por lo tanto, me imagino que muchos se están preguntando, “si aparece tan poco tiempo, ¿por qué es tan icónica?” La verdad, la respuesta más lógica en la que puedo pensar es que todas las escenas de Pulp Fiction son icónicas, desde el baile del Twist, al milagro, a la sobredosis de Mia, al “Bad Mother F****r”, hasta la “Royale With Cheese”.
Para finalizar, me gustaría referirme a mi villana favorita de Tarantino, Daisy Domergue de The Hateful Eight, una criminal de las épocas del Viejo Oeste que está a punto de ser ahorcada frente a todo el pueblo, pero una vez que el caza recompensas que la capturó tropieza con un obstáculo en camino al condado, todo se sale de control. La razón por la que Domergue es mi villana favorita es porque parece una mujer estúpida y ridícula debido a su carácter brutal, pero luego, a medida que la película avanza es claro que ella en realidad es mucho más estratégica de lo que parece; por tanto, me parece fascinante como está más o menos llevando una máscara durante todo el primer acto y una tercera parte del segundo.
En conclusión, las mujeres son extremadamente relevantes en las historias de Tarantino y no ha habido hasta la fecha un personaje femenino mal ejecutado en ninguna de sus películas; próximamente veremos cómo resulta el personaje de Margot Robbie en Once Upon a Time In Hollywood, la novena película de Quentin Tarantino que se estrena en cines este 15 de agosto.