Fotografía: Maia González
Escrito por Robert Graves y Raphael Patai
Publicado por Editorial Gredos
Disponible en la biblioteca de aula del salón 302
La Biblia, el Corán y la Torá tienen en común los cinco primeros libros (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio), lo que se conoce como Pentateuco. Este es el tronco en común en torno a ellas, y lo que permite que halla, de alguna manera, acuerdos y entendimientos. Los judíos, musulmanes y católicos tienen lazos más estrechos de lo que solemos pensar. Al menos en cuanto a la religión; en cuánto a lo político, bueno, lo político es otra cosa.
Uno de los elementos más relevantes de que estas tres religiones tengan bases en común, es que sus mitos, las historias que fundamentan su forma de ver el mundo y sus creencias, son comunes, y, por tanto, comparten un mismo conjunto de héroes. En este caso, hablamos de Adán, Eva, Abraham, Isaac, Noé, Jacob y José, entre tantos otros nombres. Sin embargo, también hay que señalar que, aunque se trata del mismo tronco de historias, no necesariamente se cuentan de la misma forma. Así, por ejemplo, se puede encontrar una descripción de Adán muy ajena a la Biblia cristiana. En este orden de ideas, el mito hebreo dice:
Dios había dado a Adán una envergadura tan enorme que cuando se tendía llegaba de un extremo a otro de la Tierra; y cuando se ponía de pie, su cabeza estaba a la altura del trono divino. Además, era de una belleza tan indescriptible que, a pesar de que, más tarde, las mujeres más hermosas parecían monos comparadas con Sara, esposa de Abraham, y aunque Sara podría haber parecido una mona comparada con Eva, la propia Eva parecía una mona por comparación con Adán, cuyos talones -por no hablar de su semblante- ¡eclipsaban al Sol!” (p. 73)
En Los mitos hebreos, no solo encontrarás los relatos propiamente dichos, sino que encontrarás análisis muy serios que nos permiten entender algunos de los símbolos que en ellos se muestran, llegando a comprender de una manera más amplia el significado y la intención de estos relatos, así como su origen en el tiempo. Es importante tener en cuenta que conocer la mitología de los pueblos es conocer la forma en qué conciben el mundo y lo que los motiva en él. Así, Los mitos hebreos es también una forma de adentrarse en la forma de pensar de otros pueblos.